miércoles, 22 de septiembre de 2021

Oso pardo (Ursus arctos)

Oso pardo 
Ursus arctos (
Linnaeus, 1758)
En el Parque Fauna Ibérica de El Rebollar (Valencia)
Foto Julián Vinuesa (Junio 2003)
En el Parque de Cabárceno (Cantabria)
Fotos Julián Vinuesa (Agosto 2009)

Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
 Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
 Familia: Ursidae
Género: Ursus
Especie: Ursus arctos

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) da a la especie la categoria global (2008) de "Preocupación Menor"

En la Cordillera Cantábrica y los Pirineos esta considerada como en "Peligro crítico" (Con menos de 50 ejemplares maduros)

El oso pardo (Ursus arctos) es el carnívoro de mayor tamaño de la Península Ibérica. El tamaño y el peso varia según lugares, los de la Cordillera Cantábrica son los mas pequeños del mundo, pues los machos rara vez sobrepasan los 180 kg. y las hembras rondan los 130 ó 140 kg. Los osos tienen unas enormes variaciones de peso a lo largo del año y de un año a otro, dependiendo de la abundancia o escasez de comida. Su longitud alcanza hasta 190 cm. De cabeza ancha, hocico prolongado, siempre plantígrados (se apoyan enteramente sobre los dedos y la palma, tanto de las patas delanteras como de las traseras). Color pardo, variando individualmente del isabela claro al sepia oscuro. El pelo es casi negro en la raíz, y amarillento tirando a ocre en la punta. Las patas, desde bastante arriba, son negras o de un pardo muy oscuro. Los individuos jóvenes ofrecen con frecuencia indicios de un collar blancuzco que a veces persiste, aunque muy desvanecido, hasta una edad avanzada. 

alimentación el oso es un animal omnívoro, y consume preferentemente materia vegetal con una ingesta diaria que, en un ejemplar adulto, de entre 10 y 16 kg de alimento. Su dieta varia según la estaciones, ajustándose a los recursos más abundantes en la época. Su alimentación varía según las estaciones, en primavera gramíneas herbáceas y umbelíferas, frutos secos y tubérculos; en verano, a medida que empiezan a madurar los frutos, el oso pardo comienza a introducir en su dieta arándanos, madroños, moras, serbales, cerezas. En otoño e invierno, hasta la hibernación, pasa a frutos secos, como bellotas, hayucos, avellanas y castañas, además de otros carnosos como manzanas. Es pescador cuando se presenta la ocasión, principalmente de salmónidos. También cazan pequeños mamíferos domésticos y salvajes, buscan animales muertos, principalmente ungulados salvajes o domésticos, y lo complementan con hormigas, abejas y larvas de insectos. No cazan ni atacan ganado salvo muy raras ocasiones. 

reproducción los machos y las hembras son polígamos, siendo posible la paternidad múltiple de una camada; pero por  lo general, un macho cubre varias hembras y permanece con ellas un corto tiempo; el celo tiene lugar entre abril y mayo, pero después de la fecundación el blastocito flota libremente en el útero, no se implanta hasta el otoño. Solo entonces comienza la verdadera gestación, que dura unos dos meses. La osa pare entre una y tres crías. Lo hace aproximadamente en enero, mientras duerme, y los primeros meses de vida de los recién nacidos transcurren en el interior de la madriguera, donde la osa les cubre con su pelo y los amamanta. Los osos pardos son animales muy inteligentes debido a que pasan 16 meses con sus madres para aprender de ellas las técnicas que precisan para sobrevivir.

hábitat el oso muestra preferencia por los hábitats forestales y varía su uso estacionalmente en función de la disponibilidad de alimento. Utiliza encames diurnos en forma de cuenco excavado más o menos profundamente. Las camas otoñales tienden a localizarse en refugios rocosos o bajo salientes rocosos. Los cubiles de invernada del oso son cuevas naturales o excavadas que presentan en su interior una cama vegetal. La franja más frecuentada por los osos en España es la situada entre los 1.100 y los 1.400 m, si bien hay hábitats favorables para ellos desde los 500 m. en la vertiente norte y a menudo suben hasta prados, pastizales y roquedos a más de 2.000 m.

distribución el oso pardo es una especie de distribución holártica, extendiéndose por Norteamérica, Europa y Asia; existiendo diversas subespecies. En la Península Ibérica históricamente presente en numerosos montes y sierras; a principios del siglo XX ya solamente se encontraba en la Cordillera Cantábrica y en Pirineos. En la primera mitad del siglo XX la población cantábrica quedó dividida en dos poblaciones, separadas unos 40 km por una zona de infraestructuras y alta actividad humana, aisladas genéticamente aunque haya intercambio esporádico de individuos; el núcleo occidental, entre Asturias, León y Lugo, con 60-75 ejemplares; y el oriental, que comprende León, Palencia, Asturias y Cantabria, con 15-25En lo referente a los Pirineos, la población osera se escindió en tres núcleos pequeños, uno occidental, alrededor del valle de Roncal; uno central en los bosques de Luchón y Valle de Aran y otro oriental, entre Andorra y la frontera pirineos orientales. En los Pirineos centrales los osos existente provienen actualmente de una reintroducción con ejemplares eslovenos, realizada entre 1996 y 1997.

hibernación es el único mamífero de gran tamaño que hiberna, sus ritmos cardíaco y respiratorio descienden, así como su temperatura corporal; dejan de comer y beber (y por tanto de defecar y orinar) y mantienen sus constantes vitales gracias a las reservas acumuladas durante el otoño. La hibernación viene precedida por la búsqueda de un lugar apropiado para realizarla, generalmente una cueva, y su acondicionamiento, así como de un periodo de hiperfagia en el que consumen grandes cantidades de alimento.

algunas curiosidades
Los pocos osos pardos que viven en libertad en España son muy difíciles de ver. Sin embargo, en algunas ocasiones se acercan a las aldeas asturianas cuando hay cerca panales, prados o sotos con bayas. Si no, lo más habitual es conocer su existencia por las huellas y marcas que van dejando.

Los osos han arrastrado siempre mala fama y sus agresiones han sido casi siempre magnificadas, por lo que su presencia en Europa se ha ido haciendo cada vez más escasa. Lo cierto es que las cargas de osos se producen cuando se sienten amenazados o cuando creen que sus crías peligran. La mayoría de las veces son espectaculares, pero rara vez culminan su ataque.

Algunos ejemplares pueden ser depredados excepcionalmente por el lobo (Canis lupus)

El oso pardo fue una especie cinegética hasta 1973. Una vez protegida la especie, la pérdida de sus hábitats naturales (sobre todo, deforestación por extracción de madera y apertura de pistas forestales, incendios, conversión de bosques en terrenos agrícolas o ganaderos, minería a cielo abierto, construcción de carreteras, pistas de esquí, embalses, urbanizaciones, etc.) y el furtivismo constituyen las principales amenazas de los últimos osos ibéricos.

Si bien parece que ha disminuido la mortalidad asociada directamente al hombre, continúan registrándose muertes de osos: dos murieron por disparos furtivos en 2005 y 2006, y al menos cuatro han muerto envenenados con carbofurano y aldicarb entre 2000 y 2005. Asimismo, continúan retirándose en la subpoblación occidental decenas de lazos de acero ilegales con capacidad de matar o mutilar osos (Fundación Oso Pardo, 2006)

Provoca daños al ganado, colmenas y cultivos. Los osos ocasionan daños en los colmenares y en la ganadería, sobre todo de ovino, que son indemnizados por todas las administraciones autonómicas concernidas. El valor económico de estos daños suma, según daños,  alrededor de unos 84.000 € de media anual (el 85% en la Cordillera Cantábrica)

En la Cordillera Cantábrica es frecuente observar ejemplares mutilados y con incapacidades (causadas presuntamente por disparos, lazos y cepos). Procesos infecciosos asociados a estas lesiones pueden contribuir a la muerte de ejemplares. 

El Ministerio de Medio Ambiente aprobó en 1999 la “Estrategia para la conservación del oso pardo cantábrico”, cuyos objetivos principales son reducir la mortalidad no natural, conservar y mejorar el hábitat, asegurar la conectividad entre poblaciones y núcleos de población y garantizar el apoyo público a su conservación.

Una de las acciones de conservación más efectivas es la plantación de especies frutales en zonas oseras para evitar que los osos se vean obligados a acercarse a áreas humanizadas, donde la posibilidad de ser molestados o cazados por furtivos es mayor. Las campañas de plantación en estas regiones sirven para asegurar y reforzar la alimentación de los osos, sobre todo en primavera y verano.

Fundación OSO PARDO

FAPAS, Fondo para la Protección de los Animales Salvajes

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