domingo, 21 de noviembre de 2021

Escribano nival (Plectrophenax nivalis)

Escribano nival
Plectrophenax nivalis (Linnaeus, 1758)
En la Albufera de Valencia
Fotos Julián Vinuesa (Febrero 2020)
En ocasiones el ambiente ornitológico se anima con la visita esporádica de alguna especie rara, como ocurrió en febrero de 2020 con éste Escribano propio de latitudes nórdicas, lo que causó el consabido revuelo entre los ornitólogos ávidos de observar y fotografiar una nueva especie. Julián Vinuesa Sánchez.

Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: Emberizidae
Género: Plectrophenax 
Especie: Plectrophenax nivalis 

El escribano nival (Plectrophenax nivalis) es un ave paseriforme de tamaño semejante a otros escribanos de nuestra fauna, en concreto de 16-17 cm. de longitud y 32-38 cm. de envergadura. Se le distingue claramente de aquellos por presentar un plumaje llamativamente blanco, especialmente en verano. Las partes dorsales son, fuera de la estación reproductora, pardo-rojizas, al igual que el píleo y las mejillas, en tanto que las partes inferiores y la garganta lucen un intenso color blanco, especialmente en los machos. Ambos sexos presentan unas llamativas y amplias franjas alares blancas; también en el obispillo y las plumas externas de la cola aparecen grandes extensiones blancas, que se hacen particularmente visibles en vuelo. Los individuos inmaduros que podemos encontrar durante el invierno en España son, en general, menos blancos, de un color marrón grisáceo en el manto y cabeza, y con franjas alares muy reducidas. La especie suele moverse en pequeños bandos muy activos, aunque bastante confiados.

alimentación principalmente de semillas e insectos. Las semillas de hierbas, malezas y juncos constituyen gran parte de la dieta en la mayoría de las estaciones, sobre todo en invierno; también puede consumir brotes y hojas en primavera. También se alimenta de muchos insectos en verano, como larvas de mosca, moscas, escarabajos, orugas y chinches, entre otros, además de algunas arañas. Las crías se alimentan mayormente de insectos. En las zonas costeras, puede alimentarse de pequeños crustáceos u otros animales marinos.

nidificación los machos llegan a las zonas de cría  entre 3 y 6 semanas antes que las hembras para ocupar territorios con sitios de nidificación apropiados. Ubican el nido en una cavidad protegida, como una fisura profunda entre las rocas; a veces, debajo de escombros artificiales o en un hueco en el suelo. El nido (construido por la hembra) es un cuenco amplio de hierba y musgo que se encuentra recubierto con hierbas finas, raíces, pelusa vegetal y, sobre todo, con plumas o pelo. Las hembras ponen entre 4 y 7 huevos, a veces, entre 2 y 9; de color blancuzco a azul verdoso pálido, con marcas marrones y negras. La incubación la realiza la hembra y dura entre 10 y 16 días. En algunos sectores de la zona de distribución, el macho alimenta a la hembra en el nido durante el período de incubación; esto le permite pasar más tiempo sobre los huevos, lo cual es importante en el clima frío del norte. Ambos progenitores alimentan a las crías. Las cuales abandonan el nido entre 10 y 17 días después de la eclosión. Realizan una puesta anual.

hábitat praderas, campos, dunas y costas durante la invernada. En verano, la tundra. Se reproduce en la tundra del norte, sobre todo en zonas con afloramientos rocosos, campos de peñascos, acantilados o playas rocosas y en general evita la tundra húmeda ininterrumpida. Inverna en varios tipos de campo abierto, lo que incluye praderas de pastos cortos, tierras de cultivo, playas y orillas de lagos.

distribución durante el verano se les encuentran en la tundra del norte y se pueden reproducir en las islas más septentrionales de Canadá, las montañas de Groenlandia, las montañas y las costas de Escandinavia o Siberia y que invernan en diferentes lugares del centro y oeste de Europa. 

Al sur del Ártico es solo un ave de invierno, llega a finales del otoño y por lo general parten con las primeras señales de la primavera. Las costas del norte de la Península Ibérica reciben todos los inviernos a un pequeño contingente de estas aves originarias de las latitudes más gélidas del continente. A veces llegan a latitudes más meridionales, como ocurrió en Febrero de 2020, cuando se le vio en la Albufera de Valencia y dónde Julián Vinuesa pudo perpetrar las fotos que mostramos en esta entrada.

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