martes, 31 de agosto de 2021

Rascacio (Scorpaena porcus)

 Rascacio 
Scorpaena porcus (Cuvier, 1829)
En la Cala de La Rijana, Castell del Ferro
Foto Julián Vinuesa, época motrileña (04/07/1998)

Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Actinopterygii
Orden: Scorpaeniformes
Familia: Scorpaenidae
Género: Scorpaena
Especie: Scorpaena porcus

Pez de entre 20 y 50 cm. longitud, se caracterizan por poseer una cabeza grande y prominente, adornada con espinas y excrecencias; Presentan una hendidura a la altura de la nuca, y dos poros bajo la mandíbula. Ojos grandes, situados en la parte superior de la cabeza. Boca amplia, que llega hasta detrás de los ojos. Sin apéndices dérmicos submandibulares ni en los flancos del cuerpo. Sin escamas debajo de la cabeza. Color pardo negruzco, con zonas más claras y otras más oscuras. Aleta dorsal, con 12 radios duros y 10 blandos, con espinas venenosas, las cuales también están presente es el opérculo. Aletas pectorales, redondeadas, que llegan hasta la segunda espina de la aleta analAleta caudal con el borde redondeado, posee varias bandas verticales oscuras Presentan una hendidura a la altura de la nuca, y dos poros bajo la mandíbula. Los ojos son grandes,. 
 
alimentación crustáceos y moluscos, así como de pequeños peces que encuentran cerca del fondo. Cazan al acecho.

reproducción en primavera y verano (entre mayo y agosto). Los huevos ascienden a la superficie, donde llevan una vida pelágica y forman parte del plancton hasta su eclosión. Tras pasar unas semanas alimentándose de plancton, las larvas se acercan a la costa y nadan en aguas litorales hasta que, finalmente, descienden al fondo para iniciar así su vida sedentaria.

hábitat 
en fondos fangosos, arenosos o rocosos, y praderas, entre 5 y 80 metros de profundidad.

distribución Atlántico (Argentina, Brasil, Canadá, Canarias, Madeira y desde el Sáhara hasta Gran Bretaña)  y Mediterráneo Oriental y Occidental.

importancia económica tiene escaso interés comercial.

peligro el pinchazo de un rascacio, principalmente de la aleta dorsal, produce en el hombre dolores agudos que se prolongan por algunas horas, y en ocasiones le pueden provocar diarreas, convulsiones, fiebre y debilidad cardiaca.

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