Muraena helena (Linnaeus, 1758)
La morena es un pez de cuerpo alargado, de entre 1-1,5 metros de longitud y hasta 15 kg. de peso, de aspecto anguiliforme con las aletas dorsal, caudal y anal unidas en una única aleta. Su piel es gruesa y viscosa, sin escamas. Boca grande y prolongada en un hocico agudo, con fuertes dientes en sus mandíbulas, también los posee en el paladar. Ojos pequeños, de expresión agresiva. Su coloración es pardo morado, salpicado de un curioso jaspeado de manchas amarillas, color que avisa a los otros peces de su toxicidad.
Es una especie territorial y solitaria. Se esconde en las grietas y agujeros de las rocas y si se siente amenazado puede ser un pez agresivo, produciendo dolorosas mordeduras. Parece ser que su saliva es hemolítica (destruye los glóbulos rojos).
alimentación de peces, crustáceos y cefalópodos y, por lo tanto, es carnívoro. Le gusta cazar durante el crepúsculo.
reproducción ovípara. Se reproduce cerca de la costa, entre julio y septiembre. Los huevos son pelágicos y grandes (5 mm). Al cabo de pocos días nace la larva, con forma de hoja de olivo, y un tamaño de entre 10 y 11 mm, con un morro alargado y la aleta caudal redondeada. Después de diversos estadios larvarios adopta la morfología adulta.
hábitat es un pez de roca, preferentemente si cerca hay praderas de algas, que busca refugio en las grietas profundas y agujeros de las rocas, de las que sólo deja ver la cabeza y sus grandes mandíbulas. A profundidades de entre 10 y 80 m.
distribución en las costas atlánticas europeas y africanas que se extienden desde el sur de las islas Británicas hasta el Senegal. También en las islas de la Macaronesia y en el Mediterráneo Oriental y Occidental.
utilidad es muy escaso por ser una especie muy apreciada, como trofeo, por pescadores submarinos. Pero no tiene alto interés comercial.
curiosidades su suero sanguíneo es tóxico, y durante la época romana era utilizado para envenenar personas. A pesar de ello, su carne es considerada excelente, pero hace falta cocinarla por encima de los 75ºC. Los romanos apreciaban a las morenas y las mantenían como mascotas en piscinas especiales. Según la creencia popular las alimentaban con esclavos.
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