Carduelis spinus (Linnaeus, 1758)
El lúgano (Carduelis spinus) es un ave pequeña, de unos 12 cm de longitud y entre 20-23 cm. de envergadura. De pico corto y fino, que muestra cola corta y escotada cuando está cerrada, con los lados amarillos y las puntas negras. Su coloración puede recordar a la de verdecillos, verderones comunes y verderones serranos. Pero los lúganos se distinguen bien por la combinación de los siguientes caracteres: pequeño tamaño, manchas amarillas en alas y cola, y franjas amarillas en el dorso de las alas. Además, los machos tienen el capirote y la garganta negros.
alimentación se alimentan principalmente de granos semillas y hierbas, también de insectos y frutos.
nidificación hacen los nidos en bosques de coníferas y mixtos, pero con cierta humedad, escogen los árboles más altos. Ambos sexos construyen un nido cuidado y compacto, de ramitas, líquenes, musgo y lana, forrado con raicillas, pelo, plumas y plumón; la puesta tiene lugar entre abril-junio, de 3 a 5 huevos azules claro, manchados y rayados de rojo púrpura; periodo de incubación, sólo por la hembra, normalmente de 11 a 12 días; los polluelos son alimentados al principio sólo por la hembra, vuelan al cabo de unos 15 días de vida; normalmente dos nidadas anuales.
hábitat principalmente en zonas boscosas, sobre todo pinares. Durante los inviernos en bosques de ribera, siendo común observarlo en alisos, olmos y abedules, también en campos, cultivos agrícolas y bordes de caminos.
distribución su población está distribuida por Europa, desde las islas Británicas hasta Rusia, y desde Escandinavia hasta los países mediterráneos; en África, norte de Marruecos y Egipto; y en Asia, se le puede observar en la época de primavera al norte de China oriental y en la época de invierno en Indochina. Aunque en invierno se concentra en el sur, sus migraciones son irregulares, ya que hay temporadas de invierno en el sur de Europa, especialmente en el sur de la Península Ibérica, en las que no aparece, y otra en las que llega de forma masiva, suele ocurrir cada dos años, pero no es una pauta fija. En la Península Ibérica los migradores se suman en invierno a los nidificantes.
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