jueves, 28 de marzo de 2013

Garrapatillo o chinche de los cereales (Aelia rostrata)

Garrapatillo o chinche de los cereales
Aelia rostrata Boheman, 1852
En el sendero Capileira-La Cebadilla -Parque Nacional Sierra Nevada- (21-08-2007)
El género Aelia mide 10-12 mm de longitud, de color pajizo con la cabeza triangular terminada en pico y el abdomen amarillento con puntos negros. Los machos y las hembras son semejantes. Realizan la puesta preferentemente en las hojas secas de la base de los cereales, tallos de gramíneas espontáneas e incluso el suelo.

Son insectos trashumantes que pasan el invierno, como adultos, en estado de letargo, en zonas situadas entre 600 y 1.500 m. de altitud, refugiándose en la base de distintas plantas tupidas (gramíneas, gayubas, callunas, etc.), a veces en el suelo bajo las rocas. Cuando la temperatura de estas zonas sobrepasa los 22º C durante varias horas al día, comienza el despertar y a continuación la emigración (mes de mayo) hacía los lugares dónde están los cultivos de sus plantas nutríceas (principalmente cebada y trigo).

Tras el apareamiento, las hembras realizan la puesta preferentemente en las hojas secas de la base de los cereales cultivados, tallos de gramíneas espontáneas o incluso en el suelo. Los huevos tienen forma de tonel y son de color pajizo, oscureciéndose según se va acercando la eclosión, que tarda poco más de una semana, y se suelen disponer en grupos formados por filas paralelas bien ordenadas. Cada hembra puede llegar a poner unos 400 huevos, después de los cual mueren. Las larvas se alimentan de sus plantas nutricias, pasan por cinco estados larvarios, todos ellos de forma y color similares al adulto, aunque de menor tamaño y con las alas poco desarrolladas. Los nuevos adultos abandonan el cultivo en Agosto para dirigirse a los lugares de invernación, cerrándose así el ciclo.

Aelia rostrata es una de las chinches de los cereales cuyos ataques ocasionan grandes daños, tanto por las pérdidas de cosecha como por el mal gusto que comunican a los granos atacados, provocando que la harina de trigo sea inadecuada para la panificación y que el ganado rechace los piensos elaborados con estos granos.

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